jueves, 27 de noviembre de 2008

Quiero escribir sobre cómo me siento, pero me doy cuenta que la mejor forma de invertir este rato es hablando con mi hijo que me acaba de decir que no tiene tiempo para nada, que el estrés del hospital es enorme, que quisiera tener unos minutos para meterse a internet un ratito. Oyendo de los casos que ve en el hospi, me doy cuenta de que nada de lo que siento merece tanta importancia.

2 comentarios:

Julia Ardón dijo...

Hay momentos en que todo pierde importancia. Esos son los momentos verdaderamente importantes.

Itarille Faelivrin dijo...

Una mamá que se deja quedita un momentito para atender los llamados subconscientes de un hijo :)

Dios solo nos dio esa capacidad de "desdoblamiento" a las mamás... y no deja de ser maravilloso!