domingo, 15 de enero de 2012

Entre cumpleaños

Entre el nacimiento mío y el de mi compañero de vida hay 55 días. Los cumpleaños ahora son diferentes. Ya no necesitas tomar licor para ponerte sentimental y decirle a todos los que te acompañan que los quieres en puta; llorar porque cada vez comprendes mejor a tus padres y quisieras que algunas cosas hubieran sido diferentes para ellos. Llegar al estado más sublime y sin embargo, reír a carcajadas con los chistes más corrientes, sólo para bajar el nivel de melancolía y que la fiesta no termine muy temprano.

Por alguna razón piensas en todas las personas que han entrado a tu vagón y que no has vuelto a ver; ansías volver a una cantina en el DF o al frente de La Venus y desnudar tu corazón. O sentarse seis horas seguidas en el Auditorio de la Facultad de Educación a ver tres películas de terror con la única persona que en ese momento te sentías a salvo. Quisieras volver al preciso instante en que te bajaste de aquel bus, para mirar al cielo y buscar la conjunción de planetas que provocaron que nunca más te soltaras de aquellas manos que te ayudaron a bajar.

Te das cuenta que el tiempo siguió aunque vos querías quedarte y que por ello, siempre estarás un poco demorada.

Al cabo de 55 días de reflexión, piensas diferente. Ahora que es él el que cumple, todo parece insuficiente para decir lo que sientes, aunque sea tan sencillo como que no quieres que nuestra vida en común acabe nunca.

jueves, 14 de julio de 2011

Adónde estás cuando se abren los candados de mi prisión?
adónde cuando invento lo positivo del día
adónde cuando borro la única palabra de mi último cuento

Ya no queda espacio donde guardo mis visiones para cuando estemos juntos
ya muchas tristezas cicatrizaron sin ser curadas
ya mis alas se cerraron y renunciaron a tu risa

Ya se extraviaron las llaves
y me dejaron adentro para siempre.

sábado, 25 de junio de 2011

Ahora que estás de vuelta, quisiera que te quedaras aquí muy cerquita de mi corazón, en el lugar donde puedo quererte sin pedir permiso, pero como no quiero perderte, me conformo con dejarte en mi pensamiento, en el lugar de los posibles y convenientes.

viernes, 10 de junio de 2011

Tengo mil razones para amarte, pero hoy me quedo con solo una: sos el árbol donde puedo apoyarme y protegerme mientras me pierdo mirando al mar.

martes, 7 de junio de 2011

De regreso

A veces se requiere una tormenta para que el cielo se despeje y aparezca el sol. Pero en este caso, no hubo tormenta, ni siquiera lluvia. El silencio habló y la oscuridad se disipó lentamente. Frente a mí, apareció claro y despejado, el camino a casa.

domingo, 29 de mayo de 2011

La vida es bella

Creo que la razón por la que dejé de escribir en este blog hace siete meses es porque quiero ser una persona optimista y transmitir cosas positivas siempre. No me parecía justo, aunque sea sólo para el pequeño círculo de amigos y familia que leen este blog, compartirles mis momentos oscuros. Hoy, he tomado la decisión de continuar escribiendo. No porque las cosas hayan mejorado ni empeorado. Lo voy a hacer como una medida terapéutica porque sé que me hace bien escribir lo que siento. Al fin y al cabo, la vida no es un jardín de rosas y el vagón de mi tren de tres tampoco lo es. Quizás este sea el comienzo de una relación más humana, más realista y sincera con los que quieran quedarse.

Las cosas se suceden tan rápido, una cae sobre otra y la hace parecer insignificante a la par de la primera. Y uno aprende. Primero que su corazoncito siempre puede aguantar más, que esta es como una prueba de resistencia. Y como en cualquier prueba de resistencia, aprende a distinguir entre lo importante de lo que no lo es. Y entiende que una situación crítica, en la que tu vida está en riesgo latente, no tiene nada diferente a lo que todos enfrentamos diariamente, sólo que vos tenés la oportunidad de tomar las decisiones adecuadas que, probablemente, no tomarías si no te lo pusieran en esa perspectiva.

La vida es imprevisible, juguetea con nosotros, nos da pistas sobre lo que quiere, nos engaña, nos salva cuando menos lo esperamos y nos deja caer en el vacío sólo para ver cómo salimos de esa..no entendemos su juego, la mejor opción y quizás la única es amarla, tomar de ella lo que quiera darnos y disfrutarlo, poniendo la esperanza en cosas que nos trascienden, como lo hizo el protagonista de "La vida es bella".

viernes, 29 de octubre de 2010

Verdad

El problema de las personas que nos automotivamos, es que, en este afán de decirnos que sí podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos, llegamos a creernos la fantasía de que las cosas que hacemos y que son valiosas para nosotros, también lo son para el resto de las personas. La verdad duele pero como dice Serrat, no tiene remedio.