martes, 18 de noviembre de 2008

Juramento

Una vida se forja alrededor de ciertos valores fundamentales. Estos son y tienen pesos diferentes para cada uno de nosotros. En mi caso, me identifico con dos valores: el esfuerzo y el agradecimiento. A veces me he preocupado de darles tanta importancia, al punto de que todo lo que hago están influenciados por ello. Por ejemplo, en mi vida he conocido gente de todo tipo, me cuesta más relacionarme con aquellos cuya vida no ha sido marcada por el esfuerzo. Y, cuando me encuentro con esos suertudos que nada les ha costado, por lo menos requiero que sean agradecidos con la vida. Me doy cuenta de que hay personas que alguna vez representaron algo para mí y ya no me hacen falta y saco conclusiones: son personas negativas, malagradecidas, pese a que han tenido una vida cómoda y sin complicaciones. Ya no tengo tiempo para pasarlo con esta gente. Hoy por ejemplo tuve un mal encuentro con una de estas personas, francamente me dio pena. Debo admitir que me afectó por un rato, pero la verdad es que no deseo esforzarme por entenderla. Tampoco creo que le preocupe mucho mi distancia. Me encanta la gente que trabaja, que le cuestan las cosas y aún así se mantiene motivado a dar cada vez más y es agradecido con la vida. La gente que supera tristezas, caídas, errores con valentía y sin llenar de lamentos a las otras personas. Tengo la gran suerte de conocer gente así. Significan mucho para mí, me ayudan a mantener la fe. Su cariño y amor son como alimento. Siempre que tenga la posibilidad de mejorar la vida de esta clase de personas lo voy a hacer. Es un juramento.

1 comentario:

Valle de los Lagos dijo...

Quizás yo le pueda agregar uno más. Lealtad. Siempre he creído que las personas debemos ser leales con nuestros principios y con aquellas personas que representaron o representan algo importante en nuestra vida. Nuestros padres, nuestra familia, con el amor o con la amistad. Sin embargo, la vida te presenta distintas situaciones que te ponen a prueba, y es ahí, en donde se materializa la esencia del ser humano. Intento ser una buena persona y un buen amigo, y aunque a veces soy despistado y fracaso en el intento, siempre le pido a Dios sabiduría para llevar en mi corazón, el valor del esfuerzo, la humildad del agradecimiento y el orgullo de la lealtad. Me uno al juramento.