jueves, 1 de julio de 2010

Casa 43 Paseo del Bosque

Hoy descolgamos el número 43 de la puerta de la casa. La misma casa donde crecí y donde vivieron sus primeros días mis dos hijos mayores. La misma casa que la vio salir por última vez aquel sábado. Lloré abrazada a mis hermanas en aquel cuarto que tantos recuerdos nos deja. Sí, somos guerreros. Pero hasta los más fieros guerreros saben que hay guerras que es mejor no ganarlas. Como pelear esa casa, como insistirle a alquien que no quiere, que comparta tu vida, como tratar de razonar con alguien que no quiere escuchar. Desgastarme en esas pequeñas tragedias, es perder la perspectiva de lo que realmente es importante. Hay que saber cuándo terminar algo y cómo encontrar el camino para seguir adelante.

1 comentario:

itzpapalotl dijo...

vámonos. llevémonos todo lo que había en esa casa, todo lo que nos quisimos. el futuro es un lugar hermoso.